Reloj de Flores
A los pies del Cerro Castillo, muy cerca de la playa Caleta Abarca, se encuentra el visitadísimo Reloj de Flores de la ciudad de Viña del Mar.
Este singular reloj fue inaugurado en 1962, con motivo del Mundial de Fútbol que se disputó ese año en Chile y del que Viña del Mar fue una de las subsedes. Por su entorno natural y urbano privilegiado, el Reloj de Flores es uno de los sitios más elegidos por los turistas para fotografiarse, inmortalizando su paso por la “ciudad jardín”.
El reloj se encuentra en una pendiente. Sobre el mismo se lee el nombre de la ciudad, Viña del Mar, con letras formadas por flores y plantas. A su vez, los doce números del reloj y el fondo del mismo están formados por hermosas flores de diversos colores que no superan los 10 centímetros de alto, para no dificultar el movimiento de las agujas del reloj. El mecanismo del reloj fue traído de “la Meca” de la relojería mundial, Suiza. Sus agujas son de bronce y las más grandes (los dos punteros) miden poco más de tres metros cada una.
La tradición sostiene que quien se fotografía en el Reloj de Flores vuelve a la ciudad.